Hace doce años me caí de boca y se me deformó toda la dentadura, lloré mucho.
Hace once años sin querer soplé las velitas de la torta de mi abuela pensando que era mía. Ese año empecé a ir a la fonoaudióloga porque tenía una mala pronunciación de la R y la L.
Hace diez años vomité en clases, tuve hepatitis y falté a clases como un mes. En ese tiempo, mis tíos me compraron un pinball a pilas muy interesante y uno de esos anteojos ViewMaster 3D (lo estoy viendo ahora mismo). Es como ese de ahí:
Hace nueve años le robé a mi mejor amigo un muñequito de los 101 dálmatas que venía en la cajita feliz (todavia lo tengo, desgraciadiamente)
Hace ocho años festejé mi cumple en la casa de fiestas que usábamos todos los chicos de mi colegio, sabíamos las rutinas que iban a hacer los animadores y hasta sus nombres; era divertidísimo. Tambíen me mordió el brazo una compañera y me quedó rojo; le hicieron firmar el libro de disciplina.
Hace siete años le dije a un compañero que no me molestara más y nos agarramos a las piñas. Me pegó en la nariz, me largué a llorar y me fui.
Hace seis años hicimos perfumes con alcohol y flores en el laboratorio de la escuela. Ahora que me acuerdo: el año anterior habían sacado el quiosco para poner el laboratorio. Una de las quiosqueras abrió una librería al lado de mi escuela primaria la otra... creí que había desaparecido para siempre.
Hace cinco años terminamos sexto grado y era momento de separarnos. Casi nadie iba a hacer el séptimo en mi vieja escuela primaria (no se por qué, la cuestión es que terminamos sexto y casi todos nos fuimos a la mierda). En el acto de fin de año, escribimos todos nuestros guardapolvos, les hicimos flecos, los firmamos, etc, etc. Una maestra puso un par de objeciones. La sinvida decía que el guardapolvo no era para eso y no se qué...
Hace cuatro años empecé la escuela secundaria. Tuve mucho miedo. No encontré mi salón y no me animé a pedir ayuda, así que me senté hasta que una señora me preguntó por qué no estaba en clase. Me dio vergüenza.
Hace tres años le dije, sin querer, "jodete, hijo de puta" a un profesor que en ese momento me parecía un irrespetuoso y un hijo de puta. Me pusieron quince amonestaciones, cinco sansiones llamaron a mis papás y mis compañeros le siguen diciendo a mis profesores actuales que hace tres años insulté a otro profesor. ¡PERO CLARO, CUANDO UN PROFESOR ME BARDEA NADIE LE PONE AMONESTACIONES! Este sistema es una mierda (voy a desplegar mis pensamientos de este tema otro día).
Hace dos años por fin me pusieron ortodoncia.
El año pasado entré al polimodal y, después de tres años de soledad, encontré personas con pensamientos similares a los míos, así que ahora son mis amigos.
Este año empecé bien. Me di cuenta de lo hijo de puta que era en la primaria, de lo hijo de puta que era en la secundaria y de lo hijo de puta que sigo siendo. Pero son distintos niveles. Cada vez soy mejor persona caritafeliz.
En febrero empecé con natación. El agua es una sustancia muy muy rara. En serio.
La semana pasada estuve celoso.
Ayer hice toda mi tarea.
Hoy a la mañana desayuné leche y esos cereales-aritos de colores (al estilo froot loops).
Estoy almorzando pizza.
A mí la vida me cae bien.
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