, cuando empezamos a limpiar la pileta, encontramos muchos sapos ahí, obvio. Cuando no salen solos o por el agujero de desagote, los tengo que sacar con el sacahojas. El tema es que trataba de sacar uno pero no podía. Traté y el hijodeputa saltaba de nuevo, lo intenté como diez veces hasta que se sentó en el sacahojas y lo revoleé a 100 por hora antes de que se baje...
el tipo este resulta que voló treinta mil metros y aterrizó en la rama de un árbol. De ahí no cayó. Se quedó entre las hojas.
Subo esto para advertirle al mundo que si, dentro de un par de años aparece una raza de sapo-pájaro, es por mi culpa.
Perdón.
Esquema:
De paso les dejo la famosa imagen de una campana voladora navideña volando sobre dos científicos, un hombre de la alta sociedad y un niño de ojos naranjas que le señala la campana a su mamá de peinado extravagante, pero ella no lo escucha porque está descontenta con la forma de sus senos y los mira sin cesar en un espejo con botas de lluvia parado sobre un suelo violeta.
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