Lo necesito.
Todo el tiempo.
Todos los días.
Todo el año.
No me puedo quedar quieto, no puedo dejar de cambiar los muebles de mi pieza, no puedo dejar de cambiar el diseño de este blog, no puedo dejar de salir andar en bicicleta para dejar de pensar (o para pensar más, la verdad no sé bien para qué).
Voy a gritar.
Gritás conmigo?
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